23 de febrero de 2016

Rosario sigue siendo una plaza atractiva y estable para inversiones inmobiliarias

Más allá de los vaivenes de la economía nacional y local, la ciudad parece estar siempre dispuesta a brindar confianza para aquellos que confían en el ladrillo como refugio de valor. El empresario del sector Construcción Javier Grandinetti explica la estabilidad del promedio mensual en lo que refiere a oferta de metros cuadrados para levantar propiedades, cifras que se dispararon en el quinto mes de 2015.

En mayo de 2015, la Municipalidad de Rosario autorizó 142.445 metros cuadrados para construcción, lo que representa un incremento del 145,4% respecto al mismo mes de 2014, el cual evidenció 58.083 metros cuadrados.

El dato se desprende de un informe de la Fundación Banco Municipal, que también da cuenta de un salto brusco en la serie medida (2011-2015), ya que respecto al mes anterior (abril 2015 - 50.730 metros cuadrados el incremento fue mayor aún. De esta manera el incremento fue del 180,8%

El pico más elevado en la serie había sido agosto de 2011, con 97.490 metros cuadrados aprobados, en tanto que el más bajo fue en febrero de 2013, con 22.613. 

En diálogo con Rosario Es Más, Javier Grandinetti, presidente de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), entidad de segundo grado que agrupa a las Cámaras y Colegios Inmobiliarios del país, señaló que “la curva de promedios mensuales se ha mantenido relativamente estable, más allá de cambios económicos nacionales, a partir de su propia matriz de producción e inversión”.

 

Quien también fue presidente electo de la Confederación Inmobiliaria Latinoamericana (CILA), entidad que agrupa a las asociaciones o federaciones inmobiliarias nacionales de 18 países de Latinoamérica y por tanto máxima entidad representativa del sector Inmobiliario latinoamericano, destacó que en el periodo analizado del estudio citado, la ciudad de Rosario ha mantenido un promedio estable de metros cuadrados de construcción autorizados anualmente, que se ubica entre los 59.000 m2 y los 63.000 m2 mensuales, “independientemente de variaciones que no son indicativas dados los tiempos variables que demandan las autorizaciones o permisos de construcción desde su solicitud”.

Sin embargo, en los primeros cinco meses del año 2015 se observa un  promedio mensual superior al mismo período de los años anteriores, en materia de superficie cubierta de construcción, y, particularmente en mayo, Grandinetti destacó que “se incrementaron muy fuertemente las cifras de metros cuadrados, llevándonos a cifras muy superiores a las observadas en todo el período”.

A su juicio, “era de esperarse, que disipadas algunas incertidumbres, se reactivaran proyectos de inversión y construcción que estaban latentes durante el 2014 y se iniciara el estudio de nuevos proyectos”.

De acuerdo a las observaciones del especialista, de los últimos cinco años, los de peor performance en lo que respecta a construcción fueron 2010 (con 52.876 m2 promedio mensual) y 2014 (con 52.244 m2 promedio mensual);  en ambos casos, por factores vinculados a la economía y política nacional.

“El año 2010 fue el año posterior a la crisis del campo y por tanto se sintió la merma en las inversiones inmobiliarias provenientes de ese sector y ello generó una mayor cautela a la hora de iniciar nuevos proyectos edilicios”, recordó Grandinetti.

En los años siguientes, hasta 2014, la ciudad recuperó “un buen nivel de m2 permisados” a partir de una mayor especialización y segmentación de productos inmobiliarios para construir y comercializar, “que le permitió captar nuevos inversores locales y regionales”, explicó. En ese periodo, aseveró, proliferaron los edificios de vivienda de menor metraje, las viviendas individuales, unidades de hotelería, complejos comerciales pequeños y nuevas unidades industriales relocalizadas.

“Esta apertura de alternativas le brindó al portafolio de inversiones inmobiliarias que ofrecía la ciudad una mayor atracción y estabilidad en sus precios y desarrollos, que se tradujo en un sostenimiento de los m2 permisados en dicho período independientemente de los cambios económicos observados”, añadió Grandinetti.

En tanto, en 2014, la situación volvió a amainar producto de la crisis de los precios internacionales, el incremento de la inestabilidad económica nacional, con caída del PBI,  y “la cautela extra que genera un año pre-electoral en aquellos que deben decidir el inicio de proyectos de inversión que tienen un desarrollo de más de un año y por lo tanto finalizan luego de una contienda electoral que tiene resultado incierto en ese momento”, enumeró el empresario de la construcción.

 En palabras de Grandinetti, pese a los altibajos en materia de economía nacional y medidas coyunturales del gobierno de turno, “Rosario sigue demostrando ser una plaza atractiva y estable para las inversiones inmobiliarias”. En ese sentido, subrayó que, “ante los menores incentivos de políticas económicas e impositivas que se verifiquen a corto plazo, los promedios de metros cuadrados permitidos se incrementarán sustancialmente”.

Fuente: Fundación Banco Municipal Rosario

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