16 de abril de 2020
Fabricantes del sur provincial reconvierten su producción al ritmo del coronavirus
Tanto como un aporte en la lucha contra la pandemia como por una posible oportunidad de negocios, algunos industriales agudizaron el ingenio para encender las máquinas. Los casos más destacados.
A pesar de la incertidumbre que genera la virtual parálisis de la economía por la cuarentena, algunos fabricantes industriales de la provincia agudizaron el ingenio para encender sus máquinas, tanto como un aporte a la pandemia como para una oportunidad de negocios en medio del parate. Así lo testimonian casos en diversas partes de la Bota: desde la manufactura de camas hospitalarias hasta casillas para atención sanitaria, pasando por barbijos, mascaras protectoras o alcohol en gel.
Las iniciativas son de lo más variado, porque están aquellas coordinadas por gobiernos locales -como las firmas textiles de Rosario- o entidades gremiales -en Roldán, por ejemplo-, y también aquellas individuales, de diversa escala. Emprendedores que se pusieron a fabricar mascarillas en impresoras 3D y empresas como Liliana que invertirá en matricería para hacer una producción a escala.
Una de las firmas que reorientó su labor diaria fue Ortopedia Piero SRL, con base en el parque industrial de Roldán, a 40 kilómetros de Rosario. Rápido de reflejos, su titular José Buffarini se abocó a la fabricación de camas de bajo costo para equipar los hospitales de emergencia que se están montando en varios puntos del país.
“Diseñamos de forma urgente una cama para uso sanitario, que ya las primeras unidades están en Santa Fe. En total, en estos días, tenemos el primer objetivo de hacer dos mil camas, para llegar también a Chaco y Corrientes, adonde se montarán espacios similares a los que habrá acá en Rosario, Baigorria y la capital provincial, para recibir posibles infectados graves”, manifestó el industrial.
La firma es una de las pocas habilitadas a trabajar en el área fabril de la pequeña localidad, por estar vinculada a insumos hospitalarios. Ello no impide que se tomen las medidas de seguridad pertinentes: “Todas las mañanas nos protegemos con cada uno de los protocolos. Somos concientes de lo importante de nuestra tarea”, dijo Buffarini, al tiempo que agradeció “a los colegas de la zona, porque si hay algún insumo que falta rápidamente nos organizamos para conseguirlo”.
Precisamente desde el Parque Industrial de Roldán, su presidente Román Guajardo explicó a El Litoral que están trabajando junto a la Provincia en un plan para fabricar alcohol en gel en la planta de biodiésel de Rosario Bio Energy, que lidera Federico Pucciarello. Se trata de un proyecto de escala, que están coordinando con la Secretaría de Industria que lidera Claudio Mossuz.
Además de Rosario Bio Energy, cuenta con el apoyo de otras firmas locales como JMG -dedicada a la comercialización de diluyentes- y Spraytec -fabricantes de fertilizadores para campo-. ‘Por ahora estamos abocados a la búsqueda de uno de los insumos, el carbopol, que es importado. Estamos buscando alternativas, nos están asistiendo muy bien también desde el LIF (el Laboratorio Industrial Farmacéutico)‘, contó Guajardo, titular de JMG. Con un nivel de operación a gran escala, proyectan elaborar cerca de 200 mil litros a lo largo de estos meses.
Otra entidad gremial que trabaja en este contexto es la Unión Industrial Regional Rosario (Unirr), desde donde buscan centralizar las iniciativas que tengan como intención integrarse a la producción de barbijos. Es que además de las textiles que hoy están siendo coordinadas por la Intendencia, también quiere sumarse la firma Proseind -especializada en calzados de seguridad, cascos, lentes, entre otros productos-.
Además de los barbijos, otro de los elementos más buscados por estos días son las máscaras de protección facial. En este marco, la empresa que dio la nota fue la productora de electrodomésticos Liliana, con planta en la localidad de Granadero Baigorria. Es que a la par de empezar su manufactura con impresión 3D, diagramaron un plan para escalar los números y llegar a obtener 50.000 unidades semanales.
En diálogo con El Litoral, el dueño de Liliana, Leonardo Jacobson, contó que las primeras tandas fueron donadas al gobierno santafesino (15.000), pero la idea es invertir en matricería y poder abastecer a todo el país.
“Empezamos a trabajar en un modelo de máscara que tiene tres etapas: la primera es la que estamos haciendo, fabricando con nuestra impresora 3D como hacen varios particulares; la segunda sería hacer la matricería para la inyección de plástico de una máscara simple, para que en muy poco tiempo podamos atender la demanda con un producto simple que consta de una vincha y una lámina plástica transparente; y la tercera esperamos que sea en dos semanas, con un producto más robusto, durable, apto para ser reutilizable”, explicó Jacobson.
Al caso de Liliana debe sumarse el de un grupo de emprendedores de Las Parejas: “Un grupo de ingenieros pensó cómo podía colaborar y este fin de semana ya estuvieron entregando las primeras unidades, en coordinación con médicos, farmacéuticos y oftalmólogos de la zona”, contó María Borghi, gerente de la Fundación Cideter.
Otro tanto sucede con algunos fabricantes de casillas para maquinaria agrícola, que se están organizando para adaptar sus productos y entregarlos a los centros de atención primaria, y así respetar la distancia con los posibles infectados.
Acción coordinada
En Rosario, las fábricas textiles más importantes de la ciudad se pusieron rápidamente a disposición de la comunidad para tratar de acelerar la provisión de barbijos, elemento vital para ser utilizado en los centros de salud. Bajo la coordinación del Municipio, empresas, talleres y cooperativas trabajan contrarreloj para llegar a manufacturar 20.000 unidades semanales. El paso inicial lo dio la reconocida marca Sonder, hace ya dos semanas -antes de dictada la cuarentena-. Su titular, Silvana Dal Lago, estaba mirando las noticias y pensó junto a su marido (también titular de la firma) cómo podía colaborar con la pandemia. Imaginaron que con sus máquinas podrían cortar una tela que tenían olvidada en el depósito y ponerse a fabricar barbijos. Al día siguiente ya habían entrado en contacto con las autoridades locales y confeccionaron el prototipo.
Luego de corroborar con médicos del Hospital Víctor J. Vilela que el barbijo cumplía su misión, terminó de utilizar toda la tela sobrante y completó una partida de 4.000 unidades, que puso a disposición de la Municipalidad de Rosario. ‘No fue tarea fácil porque tuvimos que aprender sobre la marcha, con una tela que no es fácil de manejar, pero recibimos mucha ayuda, tanto de las autoridades como de la firma italiana Morgan, de donde son las máquinas‘, explicó la empresaria, que luego de agotar la materia prima salió en busca de más insumos. Además de fabricar en su propia planta -donde está trabajando 19 personas-, Dal Lago armó esta semana una logística con costureras por fuera del inmueble, de modo de darle escala a la iniciativa.
El Municipio decidió tomar cartas en el asunto y en poco tiempo logró sumar en esta iniciativa a otras importantes firmas del rubro, entre ellas Rotel, Vandalia, Tannery y Huapi. “En lo que es corte, estamos hablando prácticamente de toda la capacidad instalada de Rosario”, sostuvo en diálogo con El Litoral el secretario de Producción, Sebastián Chale.
“Esto es todo muy nuevo para todos. Es un torbellino en el cual cada uno colabora con lo que puede. En otras circunstancias hemos donado telas, en este caso estamos cortando las telas y hay otros que aportan cosiendo telas. Todo viene bien. Todos vamos aprendiendo de la experiencia del otro. Estamos siempre en contacto con las otras empresas, vamos intercambiando. Eso es muy bueno y muy lindo”, valoró por su parte Andrea Lara, gerenta de Rotel.
Desde Vandalia indicaron a este medio que tienen parte de la fábrica abocada a la producción de barbijos, pero a ellos se les suman unas 20 costureras que trabajan en sus propios domicilios. “La Municipalidad nos proveyó de 5.000 metros de frisolina como insumo”, contaron.
La intendencia coordina las acciones, comprando y distribuyendo la materia prima que luego entrega a las empresas y a más de 25 grupos de talleres y cooperativas en distintos barrios de la ciudad. “Ahora estamos poniendo el foco en la parte de confección, para poder eficientizar el proceso y poder llegar a 20.000 barbijos semanales, que es el objetivo que nos pusimos esta semana”, contó Chale.
“Lo más importante de esto es que detrás de esta propuesta de la Subsecretaría de Producción y la Secretaría de Salud, se generó una red de mucha gente que se sumó para colaborar con la Municipalidad. Desde todas las secretarías involucradas están haciendo mucho esfuerzo y en constante comunicación con nosotros. Rescato mucho que se sumó muchísima gente. Eso es muy bueno porque extiende el horizonte e involucra a una parte del sector de indumentaria que muestra que entendió que la situación es grave y está dispuesto a colaborar”, concluyó por su parte el titular de Vandalia, Eduardo Levi.
De manera similar, la Municipalidad de Rosario trabaja junto con el Polo Tecnológico en la coordinación de una red de empresas, escuelas técnicas, organizaciones profesionales y voluntarios con el objeto de producir y distribuir máscaras faciales protectoras.
Toda la producción resultante de las instancias de trabajo mancomunado entre el Municipio y diversos actores es centralizada en la Dirección de Farmacia municipal para su distribución a los agentes sanitarios afectados a la atención y contención de la emergencia.
Fuente: El Litoral