4 de agosto de 2020
La asistencia alimentaria ya llega a 367 mil rosarinos
En plena pandemia, el programa Contagiemos Solidaridad lleva entregados casi 3 millones de kilos de comida.
El programa de asistencia alimentaria Contagiemos Solidaridad ya lleva comida a un tercio de la población rosarina. La iniciativa, surgida durante la pandemia en colaboración entre el Banco de Alimentos de Rosario (BAR), el municipio, el gobierno provincial, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el apoyo del Concejo municipal, y la Bolsa de Comercio, llega hoy a 367.000 personas y ya entregó 3 millones de kilos de alimentos en 124 días de campaña.
Contagiemos Solidaridad surgió como una forma de intensificar la distribución de alimentos, en especial en los barrios populares, ante el crecimiento del hambre en esos sectores a partir de la llegada del Covid-19 y su brusco impacto en la economía. Obedece al abrupto derrumbe del poder adquisitivo de las familias y las dificultades para generar ingresos en los hogares sostenidos por trabajadores de la economía informal, entre los que se cuentan cuidadores de autos, vendedores ambulantes, changarines, cartoneros, feriantes, artistas callejeros, entre otros, que pasaron a depender exclusivamente del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y los distintos programas de ayuda del Estado.
Se trata de un fondo común donde todos los actores participantes ponen recursos, y lo recaudado se convierte en mercadería. Antes de la pandemia, el BAR trabajaba con 400 agrupaciones. Hoy la campaña aporta a 1.660 organizaciones de la ciudad y más 260 ollas populares. La mayoría entrega viandas dos veces por semana y otros lo hacen solo una, pero el impacto es considerable. En una ciudad que tiene 1 millón de habitantes, y el índice de pobreza llegó hasta el 35 por ciento sobre el final del año pasado (último dato del Indec), la ayuda está llegando a un porcentaje similar de la población.
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La idea, previendo que con el aislamiento iba a haber un aumento de la demanda por la cantidad de sectores que no iban a poder trabajar, fue hacer un convenio que logre canalizar todas las donaciones y la solidaridad de la ciudad, pero que a su vez aproveche la sistematización del Banco de Alimentos que le permite llegar a todos lados. Para ello se constituyó un padrón común de todas las organizaciones que hacen asistencia alimentaria en la ciudad, aportado por el Banco de Alimentos.
Mes a mes, entre todos los actores participantes del ámbito público y el privado y los tres niveles del Estado, reúnen 32 millones de pesos. Un volumen similar se suma por las donaciones, por lo que hay un 50 por ciento de fondos públicos y 50 privados. Cada 9 días hábiles se entregan 40 mil kilos de alimentos a granel a las organizaciones, para que cocinen o entreguen la mercadería, y la gente va a buscar la comida a esos más de 1.600 puntos.
En esta tarea fue fundamental el aporte del know how del BAR con su sistema unificado de datos. "Cuando nos piden inscribir una organización, nosotros la trazamos. El sistema de recepción, clasificación y entrega nos permite saber desde dónde vino el alimento hasta que llega al beneficiario", explica Santiago Ramos, presidente de la asociación civil. Incluso se coteja la información de quienes reciben alimento, para ver si esa persona ya recibe de otra organización.
"La idea fue no hacer un doble trabajo. Hay muchas organizaciones que lo hacen bien en Rosario, pero sin ponernos de acuerdo íbamos a llegar con mucha fuerza en algunas zonas y a otros con menos. Todos trabajamos a la par, sin egos. Ha sido un trabajo compartido, equilibrado, con conciencia y contenido social", dice Ramos, quien destaca además que el programa surgió como una iniciativa ciudadana y luego el Estado le dio la estructura.
El objetivo, ahora, es que esa asistencia continúe en una segunda etapa que llegue hasta septiembre. Las partes se encuentran trabajando para ver cómo continuar, teniendo en cuenta los cambios en la forma de la cuarentena. "El contexto exige que esto tenga una continuidad, entendiendo que no puede ser eterno, pero tampoco podemos corrernos", apunta el titular del BAR. Así, agosto va a seguir con la misma dinámica.
Se triplicó la ayuda en los centros de convivencia
La participación en la campaña del Banco de Alimentos de Rosario (BAR) junto a otros actores e instituciones significó para el municipio sumar un nuevo canal a la inversión pública en producción y distribución de alimentos. Pero el tradicional, a través de los Centros de Convivencia Barrial (CCB) y los comedores que tienen convenio con el municipio bajo el programa habitual, continúa bajo la pandemia. Los CCB son 32 y allí también se da asistencia alimentaria por medio de la entrega de cajas. Desde la llegada del Covid-19, se triplicó la asistencia alimentaria con más de 20.000 cajas alimentarias de alimentos secos de la canasta básica entregadas.
Bajo la pandemia esta asistencia se triplicó y se entregaron más de 20 mil cajas con alimentos secos de la canasta básica. Se trata de población de barrios populares, principalmente familias con niños, jóvenes de los programas de Nueva Oportunidad y adultos mayores. Se ampliaron los criterios y se reforzó la ayuda. En el último mes se entregaron cajas a 3.200 familias. Unas 1.700 que tienen hijos de 0 a 3 años reciben un bolsón especial de primera infancia, reforzado desde lo nutricional.
Fuente: La Capital