15 de diciembre de 2020
La inteligencia artificial es futuro que ya llegó y Rosario hará punta con formación universitaria
Es un esfuerzo de la Universidad Nacional de Rosario y el Polo Tecnológico. Será una capacitación intensiva de tres años que apunta a la demanda de personal especializado en la región. La idea es comenzar a dictarla el año próximo.
La mujer robot de Ex Machina observa, aprende, incluso induce, los pensamientos y sentimientos del joven designado para testearla y aplica todo eso a sus propósitos, también construidos autónomamente. Es ella la que (¿la quién?) ausculta y desentraña la mente del brillante programador ahora mutado de sujeto a objeto, invirtiendo los papeles esperados. El nudo de la película es la Inteligencia Artificial (IA): la capacidad de las máquinas (¿ex máquinas?) de emular el complejo pensamiento humano.
No es ciencia ficción, está hace tiempo presente en las estrategias de las redes sociales para retener a sus usuarios, en ciertas funciones de los smartphones, en los filtros de spam de los correos electrónicos, en las recomendaciones de Spotify o Netflix, en los asistentes de voz, en los dispositivos de reconocimiento de rostros. Es crucial, también, en los desarrollos biotecnológicos, como la modelización de proteínas y secuenciaciones de ADN, que algo tienen que ver con el desarrollo de vacunas contra el covid-19. Y en la economía, con la simulación de dinámicas de mercados.
Es el futuro que ya llegó. Ingresar a ese universo como protagonista no es sencillo y no hay muchos capacitados. No hay cómo cubrir la demanda laboral de personal especializado que agregue valor a productos y servicios, que potencie las innovaciones. Es un vacío global que, en Rosario, comenzará a poblarse el año próximo, cuando comience el dictado de la Tecnicatura en Inteligencia Artificial. Será la primera formación de su tipo en el país, generada a partir de una asociación de dos décadas entre la Universidad Nacional de Rosario y el Polo Tecnológico.
La Tecnicatura es un disparador de conocimientos, una introducción rigurosa a un espacio de investigación y conocimiento que tiene campos de acción laboral ilimitados. La oferta académica, para ingresar a la cual hay que tener la secundaria completa, es una formación de tres años.
La iniciativa es fruto de una colaboración entre la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura (Fceia) y el Polo Tecnológico Rosario en varias áreas y proyectos, un camino conjunto que lleva dos décadas y combina saberes de la academia con los desafíos del campo productivo.
Para las empresas de la región, será un aporte de promoción tecnológica y formación de recursos humanos altamente capacitados. La posibilidad de ponerse en línea con las nuevas tecnologías y acceder a mercados externos con mayor valor agregado. Para la provincia y el país, una posibilidad de contrarrestar en parte la histórica y cíclica restricción externa, como se conoce a la falta de divisas, mediante la exportación de base tecnológica en un contexto global de alta competencia.
Del arte a los laboratorios
El cine y la literatura de ficción dan cuenta de nuevas tecnologías y paradigmas científicos apenas esbozados en los laboratorios y las academias. Ejemplo es la computadora Hal 9000 de 2001 Odisea del Espacio que se resiste a la desconexión emulando sentimientos humanos para hacer desistir al astronauta que la pondrá fuera de servicio. También, los replicantes de Blade Runner, que reclaman un tratamiento de pares con sus creadores humanos y toman conciencia de su muerte programada para revelarse. Son recreaciones de esa inteligencia artificial que hoy está, con formatos menos espectaculares, presente en la vida cotidiana.
Un vacío que cubrir
La Tecnicatura que se dictará en Rosario prevé formación teórica, práctica y experimental en laboratorios y en ámbitos de ejercicio profesional. Será una formación integral en ciencias y tecnologías básicas y en técnicas específicas.
Se trata de una carrera de pregrado, de tres años de duración, a la que podrán inscribirse estudiantes que hayan aprobado la escuela secundaria.
La elaboración del Plan de Estudios, los contenidos y la identificación de los recursos necesarios para la puesta en marcha de está a cargo de una comisión integrada por docentes investigadores de la Fceia y profesionales del Polo Tecnológico.
En gateras
José Luis Munge dirige el Instituto Tecnológico de Diseño e Innovación de la Facultad de Ingeniería. Ante la consulta de El Ciudadano, adelanta que la intención es tener una versión definitiva del plan de estudios en febrero, lo que permitiría poder comenzar el cursado en mayo, junto a las otras carreras de la UNR. La crisis de la pandemia, explica, retrasó un poco los cronogramas. Otro de los aspectos, señala, es la gestión de fondos del Ministerio de Educación de la Nación.
La demanda de profesionales que puedan incursionar en los múltiples aspectos de la inteligencia artificial dentro de la producción de bienes y servicios crece vertiginosamente en todo el mundo. Y lo hace más rápido que la formación del capital humano. En la región con epicentro en Rosario, hay al menos 500 puestos laborales sin cubrir. Es lo que tiene detectado el Polo Tecnológico.
Una demanda laboral insatisfecha
Juan Pablo Manson es, además de un investigador de las interfaces hombre-máquina (o cerebro-computadora) y co diseñador de una silla de ruedas inteligente controlada por el pensamiento humano, el presidente del Polo Tecnológico Rosario. Señala que la Tecnicatura que están armando junto a la Universidad apunta a minimizar el problema de la falta de recursos humanos en el sector tecnológico. El tiempo es crucial: personas capacitadas en tres años en lugar de especializaciones que en general se producen tras el cursado de carreras largas, como las licenciaturas en computación o programación. “Siempre estamos corriendo desde atrás”, contextualiza la necesidad.
La IA entre nosotros, todos los días
Manson insiste en la presencia de la IA en la cotidianeidad. “En las cosas que usamos todos los días que, aunque muchas veces no lo sepamos, tienen componentes de inteligencia artificial en sus softwares”. Es decir, algoritmos capaces de aprender a partir de los datos que obtienen, generar patrones y reformularse automáticamente, sin programación adicional.
Manson cita los motores de recomendación en las plataformas de streaming –Spotify, Netflix–, las sugerencias comerciales en las redes sociales como Facebook que se basan en aprendizajes sobre los datos que los usuarios aportan, sin mucha conciencia de ello, con sus acciones, lo que permite a los algoritmos construir un perfil de sus gustos y conductas y, sobre todo, perfeccionarlos a medida que acumulan información.
Ya no es la vieja programación estática. Se trata de “resolver problemas difusos”, explica, que no podía abordar una computadora hace 30 años por la alta cantidad de datos que se manejan, el análisis de caminos paralelos hacia una solución, probabilidades, cotejo de decisiones alternativas. Tareas pesadas que hasta hace poco los hardwares (“fierros”, microprocesadores, memorias, arquitecturas electrónicas) no soportaban.
Rápido y necesario
El referente del Polo Tecnológico concede que el concepto de IA es complejo, no del todo definido por consenso, abierto y que, en particular, involucra conocimientos sofisticados de matemáticas, probabilidades y programación, además de comprensión de esquemas biológicos, como las redes neuronales en que se basan las últimas arquitecturas informáticas. La Tecnicatura que comenzará a dictarse en 2021, añade, pretende generar una base sólida en todo ese espectro para poder ampliarla.
Análisis de videos o imágenes, comprensión automatizada del lenguaje natural, de textos, identificación biométrica de rostros. El campo de aplicación de la IA excede cualquier intento de dimensionarlo. Manson señala que el país está en deuda, y alude a la baja proporción relativa de egresados de carreras tecnológicas. Ayudar a saldarla es lo que propone el Polo y la Universidad con la Tecnicatura que, si no tercian imprevistos, comenzará a dictarse en 2021.
Fuente: Elciudadanoweb.com