19 de abril de 2021
Sebastián Lamelas: “El desafío es que el Estado y el privado logren hablar el mismo idioma”
7 preguntas al presidente de la Fundación Rosario y director de Lamelas Real Estate, en el marco del 14° aniversario de ON24.
El presidente de la Fundación Rosario y director de Lamelas Real Estate, Sebastián Lamelas, participó de lo que será la nota central de la Revista 14° Aniversario de ON24, en la que el medio entrevistó a 14 empresarios, referentes en sus respectivas actividades, con 7 preguntas que no responden a temas específicos de la coyuntura necesariamente, sino al marco en el cual se desenvuelven día a día para generar valor agregado y fuentes de empleo, en un país que habitualmente presenta más obstáculos que impulsos para lograr tal objetivo.
1. ¿Qué cambiarías de las políticas económicas adoptadas en los últimos 14 años?
El pensar en un plan estratégico que se implemente durante 20 años; con pasos sólidos que permitan generar estabilidad. El primer objetivo creo que debería haber sido blanquear la informalidad simultáneamente con reducir fuertemente los impuestos. Ampliar la base y bajar alícuotas. El cambio cultural se promueve mediante un buen sistema de premios y castigos.
2. Teniendo una idea brillante y los medios para llevarla adelante, ¿se puede hacer dinero hoy en Argentina?
Absolutamente. Argentina, sin dudas, es un país de oportunidades. Incluso, con ideas no tan brillantes y recursos limitados se puede hacer dinero. Pero el desafío es sostenerlo en el tiempo. La contracara del país de oportunidades es que cada una serie de años te cambian las reglas de juego, variables estratégicas macro y ésas son las amenazas para la sostenibilidad de los negocios. Me atrevería a decir que en Argentina es más difícil mantenerse que llegar.
3. ¿Cuál es la mayor traba burocrática o tributaria a la hora de abrir una empresa en Santa Fe?
El lenguaje. Es como soltar en una isla alejada a un chino y a un canadiense. Además de las diferencias culturales, hablan idiomas distintos. Seguramente, ponerse de acuerdo en cómo sobrevivir y organizarse les lleve mucho tiempo. El desafío es que el Estado y el privado logren hablar el mismo idioma, que ambos entiendan profundamente las necesidades y el rol del otro.
4. ¿Te incomoda la palabra empresario? ¿Por qué tener dinero en Argentina está mal visto?
No asocio la palabra empresario al dinero. El valor lo tiene la empresa y las empresas trascienden a sus líderes. Argentina es un país con desigualdad en muchos aspectos, pero principalmente desigualdad en oportunidades, educación, desarrollo personal y valores. Creo que el motor de esto es la pobreza estructural del país, y dentro de las tantas consecuencias que esto conlleva, se encuentran los prejuicios cruzados entre los distintos actores de la sociedad.
5. ¿Qué otro proyecto te gustaría encarar por fuera de tu empresa actual?
Poder aportar en la identificación y articulación de soluciones sustentables que nos permitan plantear un camino de desarrollo en nuestra ciudad y país. Hoy, en mi rol de presidente de la Fundación Rosario estamos trabajando fuerte en la Marca Ciudad, que es un desafío más que interesante. Fuera del ámbito de articulación público-privada, me interesan los proyectos vinculados a cómo el actual ecosistema de organizaciones se va a adaptar a la disrupción de la inteligencia artificial, realidad virtual, blockchain y las revoluciones tecnológicas que se vendrán.
6. ¿Qué es lo que más te cuesta comprender de la sociedad argentina?
La escasez del respeto. Cuando uno mira e identifica muchos de los problemas que enfrentamos como país en todos los ámbitos y escalas, desde los más estructurales a los más cotidianos, no tengo dudas de que, si tuviéramos al respeto como valor innegociable, muchos de esos problemas no existirían o sus soluciones serían mucho más simples. Si tuviera que sintetizar, creo el respeto es la principal diferencia entre las sociedades más desarrolladas y las subdesarrolladas.
7. ¿Dónde buscas inspiración para tu negocio?
En la capacidad de transformación. En la empresa nos apasiona pensar que de nuestra gestión se desencadenan toda una serie de procesos que, más allá del valor económico que generan en una cadena de valor del mercado inmobiliario, transforman el urbanismo de la ciudad y la forma en que los ciudadanos viven e interactúan en ella.
Fuente: ON24