7 de julio de 2021
Romina González, la rosarina que lleva su sueño a los JJOO
Kinesióloga por la Universidad del Gran Rosario, fue designada por el Comité Olímpico Argentino para integrar el Staff Médico de la delegación nacional en Tokio 2020. Destaca la importancia de Rosario en su carrera profesional.
Romina González es egresada y docente de la Universidad del Gran Rosario (UGR), además de ser Mg en Actividad Física y Salud, y Especialista en Kinesiología del Deporte. Si bien tuvo la posibilidad de estar en los JJOO de Río de Janeiro 2016 con el equipo de atletismo, esta es la primera vez que viajará a la cita olímpica dentro de la delegación del Comité Olímpico Argentino como parte de su staff de médicos y kinesiólogos. “Siempre hice deportes, sigo los JJOO desde que tengo uso de razón y ese sueño que tal vez no se pudo cumplir desde lo deportivo, hoy se hace realidad desde la profesión”.
“Estuve entre estudiar Educación Física o Kinesiología. De hecho comencé estudiando el profesorado en Educación Física y en una de las materias de cuarto año que tenía que ver con la rehabilitación motora, Gonzalo Parera, un docente del ISET N° 11 de la ciudad de Rosario, me hizo ver que había otro campo interesante para seguir explorando desde la profesión, y al año siguiente me convencí de estudiar Kinesiología”, cuenta Romina en una charla con Fundación Rosario, donde convocan a rosarinos destacados de diversos ámbitos.
Desde que empezó a estudiar esta carrera supo que era lo suyo. Apasionada por el movimiento y el entrenamiento tanto para una competencia como para la salud misma, encontró en la Kinesiología Deportiva el deseo de su desarrollo profesional.
“Tuve la posibilidad de hacer varias formaciones afuera, una de ellas es la maestría en Actividad Física y Salud en España. También el atletismo me dio la posibilidad de viajar con los equipos y acompañarlos a diferentes eventos, y uno cuando está afuera reconoce que la formación que tenemos en Rosario, sumado a los recursos humanos para capacitarnos y formarnos como profesionales son altísimos y están a la altura de cualquier otra potencia mundial de la Kinesiología”, cuenta la rosarina desde su cuenta de Instagram @lic.romina.gonzalez.
Agrega que existen diferencias de infraestructura o de aspectos tecnológicos, pero destaca que en la formación humana y la formación profesional Rosario está a la altura de cualquier profesional y cualquier Universidad del mundo. “En más, creo que nos buscan porque tenemos una capacidad de creatividad de trabajar con pocos recursos, que seguramente no abundan en los primeros países”, sostiene.
Su experiencia en Río de Janeiro 2016 y su llegada a Tokio 2020
“A Río viajamos con 13 atletas que formaban parte de la delegación. Fue bastante demandante porque las disciplinas tienen horarios diferentes, y había que estar tanto para la competencia como para la recuperación de los deportistas. Nos encontrábamos llegando a altas horas de la noche de una competencia y que los demás atletas nos estaban esperando. Fue un poco raro estar trabajando en horas de la madrugada pero uno se tiene que acostumbrar a las necesidades y realidades que surgen en cada condición. Fueron jornadas muy extensas pero muy lindas porque cuando uno hace lo que le gusta y apasiona, no tiene en cuenta los horarios, se trabaja por amor”, cuenta la rosarina.
Al regreso de esta cita olímpica estaba segura de seguir trabajando con el atletismo porque fue el deporte que le abrió las puertas y le permitió un crecimiento profesional que de otra forma tal vez no lo hubiera podido conseguir, pero guardaba también esa ilusión de estar con el Comité Olímpico. A finales de 2017 la llamaron para formar parte del staff de los Juegos Suramericanos de la Juventud en Chile, que al año siguiente se hicieron los JJOO de la Juventud en Buenos Aires, siendo ese su ingreso al Staff médico.
Luego de la confirmación para sumarse al avión rumbo a Tokio, Romina contó que con toda la incertidumbre que se había generado ya desde el 2020 por la pandemia, hasta que no vio la emisión del pasaje no se convencía de que ya formaba parte del Staff olímpico argentino. “Ya me lo habían anunciado pero por el temor de que este presente lleve a recortar personal, hacía que uno no se ilusione hasta que se termine de concretar”, agregó.
Ya entrando en lo que será su experiencia en estos JJOO que se aproximan, la Kinesióloga detalló: “Que no haya público ya va a ser inédito, y los protocolos previo al viaje como en la estadía en Tokio son muy rigurosos. Hisopados 96 y 24 horas antes de subir al avión, una vez que llegamos a Japón, en el aeropuerto tenés otro hisopado, y después todos los días van a hacer hisopados a todas las personas que estemos en la Villa Olímpica. Va a haber mucho control, va a ser muy complejo desde lo sanitario porque tampoco se puede perder de vista que las necesidades de los y las atletas para esta instancia de máximo rendimiento también requieren que haya un servicio de kinesiología funcionando como en cualquier cita olímpica”.
Asegura que están trabajando para poder tener tecnología dentro del servicio que permita una mejor recuperación de los atletas y que no dependa tanto de su trabajo, para minimizar riesgos de contagios. “Estamos equipándonos para que haya lugares donde pueda estar solo el deportista con esa asistencia. Somos dos kinesiólogos para entre 80 y 90 atletas. Puede suceder, y ojalá que no pase, que por Covid tengamos que reemplazar a algún colega que forma parte de otra delegación de deportistas, como fútbol, hockey, básquet que llevan sus propios kinesiólogos. Entonces tenemos que tener una vocación de servicio para poder dar respuesta al alto rendimiento que exige una cita olímpica”, explica y amplía la profesional.
Paridad de género
El Comité Olímpico Internacional desde hace varios años está trabajando para que haya más presencia de mujeres, no solamente en el ámbito del deporte, sino dentro de las Federaciones. Esta política de fomentar la presencia de la mujer dentro de todas las áreas que forman parte de una cita olímpica hará que Tokio 2020 tenga un 49% de mujeres. “El COA tomó la decisión que el staff médico y kinésico esté integrado por hombres y mujeres en la misma cantidad. Si bien para mí como mujer fue super natural comenzar a trabajar en Atletismo y nunca tuve algún inconveniente, muchas veces las mujeres en el ámbito del deporte no tenemos todo tan fácil. Cuando se puede debatir este tema y se llega a la conclusión de fomentar esa paridad facilita a que más mujeres puedan estar en el ámbito del deporte, así que yo lo celebro y siento mucho orgullo de ser la mujer Kinesióloga que representa esta paridad dentro de nuestro Staff”, sostiene González.
¿Los JJOO siempre fueron un sueño, o un objetivo que fue creciendo con el correr del tiempo? “Ir a los JJOO siempre fue un sueño. Con el correr de los años, estando en el alto rendimiento y recibir el apoyo de colegas, entrenadores y deportistas comenzó a transformarse en un objetivo, y finalmente con trabajo y dedicación se logró”, respondió la Kinesióloga.
Consultada por la importancia de su ciudad natal en su carrera profesional, expresó: “Yo nací en Rosario, me formé acá, tengo una identidad muy importante con la ciudad. Tuve la oportunidad de irme a vivir y a trabajar afuera y no la acepté porque siempre quise poder desarrollar todo esto acá. Y no lo cambio, porque esos objetivos que tuve en la profesión lo pude ir logrando desde acá, y tal vez irme a trabajar afuera iba a ser estar en un nivel que no me interesaba. Para mí seguir mi desarrollo profesional y mi carrera como docente estaba en Rosario y no en otra ciudad”.
A la hora de volver de Tokio 2020, luego de descansar unos varios días, Romina sabe la importancia que tiene este evento también para volcarlo a la docencia: “Para los que cumplimos roles docentes es importante la experiencia de cada uno. Más allá de las técnicas y herramientas que uno pueda conocer o estudiar, y que son necesarias, las vivencias en estos ámbitos de alto rendimiento con todo su entorno, poder transmitirlo es algo que me gusta mucho. No solamente es acompañar desde el trabajo de una camilla, sino compartir el transporte o colectivo volviendo con alguien que perdió una final o una serie, y lo están acompañando desde lo humano”.
Finalmente Romina fue consultada por esos docentes que le marcaron su camino y hoy busca reflejarse en sus tareas: “En Educación Física Gonzalo Parera me mostró esta parte de la profesión, y en Kinesiología Raúl Beribe fue un maestro en Biomecánica y la Kinesiología del deporte, que fue definiendo mi carrera profesional”.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se debían haber realizado el año pasado pero se postergaron por la pandemia de coronavirus, realizarán del 23 de julio al 8 de agosto. Allí estarán más de 170 deportistas argentinos más los profesionales como Romina, quienes no vuelven con medallas pero son piezas fundamentales para cada detalle que el máximo rendimiento exige.
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